jueves, 15 de octubre de 2009

A una flor perdida



Como flor de pasión enardecida,
la enclaustraron en almas
de otoños postergados.

Como amor pertinaz,
fue amordazada tantas veces,
que cayó su vida en la rutina.

Expatriada en la arena,
allá en el río,
está ya de amores
agobiada, exhausta.

No quiere más polizontes en su alma.
Quiere la vida
- sólo eso -
De lo contrario,
nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial...un poema sin desperdicios y de mucha fuerza en sus versos...tuve la suerte de leerlo haciendo un paseo por la oscuridad del azar y me encontré con esta belleza...felicidades por tu inspiración

...leandro piña

enjaulada dijo...

Gracias Leandropiña por dejar un comentario. Saludos

enjaulada dijo...

Gracias Leandropiña por dejar un comentario. Saludos