domingo, 27 de julio de 2008

Tu frialdad

Muchas veces nuestro estado de ánimo se ve reflejado en la letra de una canción...





Cada noche mi vida es para ti


como un juego cualquiera


y nada más porque


a mi me atormenta en el alma tu frialdad.


Yo quisiera saber si mi alma


es igual a la de cualquier mujer


porque a mi me atormenta


en el alma tu frialdad.


Y sueño con gran pasión que vives


para mi como yo vivo, niño, por ti.





miércoles, 23 de julio de 2008

La Bella Durmiente III



La Liberación de la Bella Durmiente


El mundo real era éste: Bella y yo libres para tenernos el uno al otro, sin los demás. Sólo los dos en mi alcoba, donde yo podría envolver su alma desnuda con rituales y pruebas rigurosas que superarían nuestras experiencias anteriores, nuestros sueños. Nadie podría salvarla de mí. Nadie me salvaría de ella. Mi esclava, mi pobre esclava indefensa...
Me detuve de repente. Otra vez sentí aquel puñetazo en el pecho. Sabía que me había quedado pálido.
-¿Qué sucede, Laurent? -preguntó Bella llena de inquietud. Se agarró a mí con fuerza.
-Pánico -le susurré.
-¡No! -gritó.
-Oh, no os preocupéis, mi tierno amor. Os golpearé lo bastante fuerte cuando lleguemos a casa, y adoraré cada uno de los azotes. Haré que os olvidéis del capitán de la guardia, del príncipe de la Corona y de todos los que os poseyeron en el pasado, los que se sirvieron de vos y que os satisficieron. Pero, lo que sucede es que... voy a amaros cada vez más. - Miré su rostro vuelto hacia mí, sus ojos salvajes, su pequeño cuerpo contorsionándose bajo el suntuoso vestido.-Sí, lo sé -contestó en voz baja y temblorosa. Me besó ardientemente. Con un susurro suave, entregado, dijo lenta y reflexivamente-: Soy vuestra, Laurent, aunque todavía ignoro el significado de estas palabras. ¡Enseñadme vos! No es más que el principio. Va a ser el peor y más irremediable de los cautiverios.
Si no dejaba de besarla nunca llegaríamos al castillo. El bosque era tan hermoso y oscuro... y ella estaba sufriendo, mi tesoro...
-Y seremos felices para siempre -le dije entre mis besos como en los cuentos.
-Sí, siempre felices -contestó-, mucho más felices, creo, de lo que nadie podría imaginar.

Fragmento de"La liberación de la Bella durmiente"

lunes, 21 de julio de 2008

La bella durmiente II

El castigo de la Bella Durmiente

- Ahora, tomad el cepillo entre los dientes y restregad el suelo, empezando por aquí,hasta allá - ordenó fríamente la señora Lockey -. Hacedlo bien, que quede bien limpioy mantened las piernas bien separadas mientras fregáis. Si os veo con las piernas juntas,o si os frotáis esa boquita hambrienta contra el suelo, o si veo que os la tocáis, acabaréiscolgada, queda claro ?Inmediatamente, Bella besó otra vez las botas de su Ama.
-Muy bien - asintió la mesonera-. Esta noche, los soldados pagarán mucho dinero por esepequeño sexo. Lo alimentarán muy bien. Pero por ahora, pasaréis hambre, con obediencia y humildad,y haréis lo que os diga.
Bella se puso a trabajar al instante con el cepillo, fregando con fuerza el suelo de baldosas,moviendo la cabeza adelante y atrás. El sexo le dolía casi tanto como sus nalgas pero,mientras trabajaba, el dolor se mitigó y Bella sintió que su cabeza se despejaba de un modosumamente extraño.
Qué sucedería - se preguntó -, si los soldados la adoraban, pagaban con creces por ella,alimentaban generosamente su sexo, por así decirlo, y luego Bella era desobediente? Podría laseñora Lockey colgarla a las puertas del mesón? <<>>, se dijo. [...]


Fragmento de "El castigo de la Bella Durmiente" de Anne Rice

sábado, 19 de julio de 2008

La bella durmiente


El rapto de la Bella Durmiente
Durante toda su juventud, el príncipe había oído la historia de la Bella Durmiente, condenada a dormir durante cien años, al igual que sus padres, el rey y la reina, y toda la corte, después de haberse pinchado el dedo con un huso.Pero no creyó en la leyenda hasta que estuvo dentro del castillo.Ni siquiera la había creído al ver los cuerpos de otros príncipes atrapados en las espinas de los rosales trepadores que cubrían los muros. Ellos sí habían acudidos movidos por un convencimiento, eso era cierto, pero él necesitaba ver con sus propios ojos el interior del castillo.El príncipe, imprudente por efecto del dolor que sentía tras la muerte de su padre y demasiado poderoso bajo el reinado de una madre que lo favorecía en exceso, cortó de raíz las imponentes trepadoras, impidiendo de este modo que lo apresaran entre su maraña. No era el deseo de morir sino el de conquistar el que lo empujaba.Avanzando con tiento entre los esqueletos de los que no habían logrado resolver el misterio, se introdujo a solas en la gran sala de banquetes.El sol brillaba en lo alto del cielo y las enredaderas habían retrocedido permitiendo que la luz cayera en haces polvorientos desde las encumbradas ventanas.Todavía instalados ante la mesa de banquetes y cubiertos por varias capas de polvo, el príncipe descubrió a los hombres y mujeres de la antigua corte que dormían con los rostros inanimados y rubicundos envueltos por telas de araña.Se quedó boquiabierto al ver a los sirvientes dormidos contra las paredes, con las ropas consumidas y convertidas en andrajos.Así que la antigua leyenda era cierta. Con la misma osadía de antes, inició la búsqueda de la Bella Durmiente, que debía hallarse en el centro de todo aquello.La encontró en la alcoba más alta de la casa. Finalmente, tras sortear los cuerpos de doncellas y criados dormidos, y respirar el polvo y la humedad del lugar, se halló en el umbral de la puerta de su santuario.Sobre el terciopelo verde oscuro de la cama, el cabello pajizo de la princesa se extendía largo y liso, y el vestido, que formaba holgados pliegues, revelaba los pechos redondeados y las formas de una joven.Abrió las contraventanas cerradas. La luz del sol resplandeció sobre ella. El príncipe se acercó un poco más y soltó un ahogado suspiro al tocar la mejilla, los labios entreabiertos y los dientes y, después, los delicados párpados.El rostro le pareció perfecto; y la túnica bordada, que se le había pegado al cuerpo y marcaba el pliegue entre sus piernas, permitía adivinar la forma de su sexo.Desenvainó la espada con la que había cortado todas las enredaderas que cubrían los muros y, deslizando cuidadosamente la hoja entre sus pechos, rasgó con facilidad el viejo tejido del vestido que quedó abierto hasta el borde inferior. Él separó las dos mitades y la observó. Los pezones eran del mismo color rosáceo que sus labios, y el vello púbico era castaño y más rizado que la larga melena lisa que le cubría los brazos hasta llegar casi a las caderas por ambos costados.Separó de un tajo las mangas y alzó con suma delicadeza el cuerpo de la joven para liberarlo de todas las ropas. El peso de la cabellera pareció tirar de la cabeza de ésta, que quedó apoyada en los brazos de él al tiempo que la boca se abría un poco más.El príncipe dejó a un lado la espada. Se quitó la pesada armadura y a continuación volvió a alzar a la princesa sosteniéndola con el brazo izquierdo por debajo de los hombros y la mano derecha entre las piernas, el pulgar en lo alto del pubis.Ella no profirió ningún sonido; pero si fuera posible gemir en silencio, la princesa gimió con la actitud de su cuerpo. Su cabeza cayó hacia él, quien sintió la caliente humedad del pubis contra su mano derecha. Al volver a tenderla, le apresó ambos pechos y los chupó suavemente, primero uno y luego el otro.Eran éstos unos pechos llenos y firmes, pues la joven tenía quince años cuando la maldición se apoderó de ella. Él le mordisqueó los pezones, al tiempo que le meneaba los senos casi con brusquedad, como si quisiera sopesarlos; luego se deleitó palmeteándolos ligeramente hacia delante y atrás.Al entrar en la estancia el deseo le había invadido con fuerza, casi dolorosamente, y ahora le incitaba de forma casi cruel.Se subió sobre ella y le separó las piernas, mientras pellizcaba suave y profundamente la blanca carne interior de los muslos. Estrechó el pecho derecho en su mano izquierda e introdujo su miembro sosteniendo a la princesa erguida para poder llevar aquella boca hasta la suya y, mientras se abría paso a través de su inocencia, le separó la boca con la lengua y le pellizcó con fuerza el pecho.Le chupó los labios, le extrajo la vida y la introdujo en él. Cuando el príncipe sintió que su simiente explotaba dentro del otro cuerpo, la joven gritó.Luego sus ojos azules se abrieron.—¡Bella! —le susurró.Ella cerró los ojos, con las cejas doradas ligeramente fruncidas en un leve mohín mientras el sol centelleaba sobre su amplia frente blanca.Le levantó la barbilla, besó su garganta y, al extraer su miembro del sexo comprimido de ella, la oyó gemir debajo de él.La princesa estaba aturdida. La incorporó hasta dejarla sentada, desnuda, con una rodilla doblada sobre los restos del vestido de terciopelo esparcidos encima de la cama, que era tan lisa y dura como una mesa.—Os he despertado, querida mía —le dijo—. Habéis dormido durante cien años, igual que todos los que os querían.... [...]
Fragmento de "El rapto de la bella durmiente" Anne Rice.

lunes, 14 de julio de 2008

Sara


Hace años escribí algo parecido a un relato erótico... La verdad q no sé si está muy bien, pero me trae recuerdos de lo que fantaseaba en aquella época.

Espero que os guste.




Aquel día, Sara estaba decidida a ir al sex shop que le habían recomendado. Sara era una chica muy tímida y sólo daba rienda suelta a sus fantasías en internet, con un nombre falso, sentía vergüenza de lo que pudiesen pensar de ella si le pedía a alguno de sus amantes que la azotase o la insultase, así que solo tenía contactos en un foro de internet. Una participante de aquel foro le recomendó un sex shop que estaba en su misma ciudad, de aquello hacía mas de un mes, pero por fin Sara se decidió a ir.

Nada más entrar en la tienda, sintió como su cara ardía, esto se acentuó cuando un guapo dependiente se le acerco ofreciéndole su ayuda, la cual rechazo...

Sara alucinaba viendo fustas, esposas, látigos... y un sinfín de objetos de los cuales desconocía su utilidad, Sara se sentía observada, allí había un hombre que la miraba de reojo. Al poco entró en la tienda una pareja, aquella pareja reía, se percibía una gran complicidad, se dirigieron al dependiente y le preguntaron algo que Sara no llegó a escuchar, el dependiente señalo los estantes donde ella se encontraba y la pareja sonriente se dirigió hasta allí.

Sara fue alejándose del lugar , se dirigió a otro desde donde pudiese observarlos disimuladamente, sin que ellos se diesen cuenta. Ella iba vestida con una minifalda muy corta y ajustada, que marcaba su trasero respingon. La pareja hablaba y reía a la vez que cogían algún objeto y el le hacía algún comentario.
Sara estaba tan absorta mirando que no se dio cuenta que el hombre que la observaba se acercaba a ella y la estudiaba... de repente el chico llamo al dependiente y sosteniendo una fusta en la mano le pregunto algo, a lo que el chico respondió afirmativamente, acto seguido la chica levantó su falda mostrando su trasero desnudo y su pareja probó en aquel mismo lugar la fusta, dejando unas pequeñas marcas rojizas en el trasero de ella.

Sara observaba aquella situación con envidia y alivio, alivio por saber que ella no era un bicho raro.

Sin tener dominio de sí misma, miro hacía un lado y hacia otro y no se percató de la presencia del hombre que la observaba , así que metió una mano por debajo de su falda y comenzó a acariciarse. Estaba totalmente empapada y su mano resbalaba por su coño, estaba tan excitada que no oyó los pasos del hombre que se le acercaba por la espalda, no noto nada hasta que sintió su aliento en su oído y una voz cálida que le decía:
- Te gustaría ser aquella chica, verdad?

Sara dejo inmediatamente de tocarse y sintió que estaba sonrojada, las mejillas le ardían, no sabía si girarse, ella ya sabía que la habían descubierto, el hombre le siguió susurrando en un tono autoritario que esa mano no debía de quedar manchada, que la limpiase con la boca.
Sara sin saber porque obedeció de inmediato y limpio cada rincón de su mano con la lengua recreándose en ello, lamió sus dedos despacio, aunque siguió inmóvil. Ella iba a girarse pero el hombre la detuvo amarrándole suavemente de la cintura y apretando su cara contra la de Sara:
- Aún no querida.
- Ahora te quedarás aquí y yo iré a contarle al dependiente y a aquella pareja lo que estabas haciendo aquí escondida. Susurro el hombre en su oído.
Sara quedó paralizada, solo acertó a suplicar que no lo hiciese.
El hombre manteniendo su rostro pegado al de ella siguió susurrándole al oído que no diría nada si aceptaba tomar un café con el.
Sara acepto de inmediato, y el hombre susurrando en su oído le dijo que la esperaba en el bar de enfrente, que debía salir detrás de el mirando al suelo, solo cogida de su mano, no debía alzar la vista hasta que el no dijese lo contrario, no debía de hablar hasta que el no dijese lo contrario.
Sara hizo un gesto afirmativo con la cabeza y siguió al hombre tal y como el la había dicho, se sentía como una ciega, se preguntaba porque había accedido, pero sin saber la razón aquella situación le gustaba, la excitaba, quizá sólo fuese otra de sus fantasías aunque esta le pareciese una de las mas complicadas de llevar a cabo.
Cuando llegaron al bar el hombre giro sobre sus talones, quedando frente a frente, mientras le dijo que no levantase la cabeza, pero que podía responder, le pregunto si deseaba seguir adelante con aquel juego, ella respondió afirmativamente, entonces le sugirió que fuese al baño y se deshiciese de su ropa interior.
Sara de nuevo quedó inmóvil, se preguntaba que clase de pervertido era aquel hombre, no reaccionaba hasta que el le dijo suavemente aunque con un tono autoritario... Ahora.
Sara obedeció sin pensar, se dirigió al baño y cuando salió del baño vio al hombre sentado de espaldas a ella. Volvió donde el estaba y quedo esperando detrás de el, anunciando que ya había vuelto. El le dijo que podía sentarse frente a el y que ya podía mirarle a la cara. Sara descubrió el rostro de un hombre algo mayor que ella, con el pelo cano y una mirada fría, esos ojos grises que se clavaban en ella, en su escote. El hombre le sonrió cálidamente, aquella sonrisa contrastaba con la mirada, aunque hizo que se relajase, el camarero sirvió dos cafés humeantes, a Sara no le gustaba nada el café, aunque no dijo nada y empezó a removerlo sin poder evitar que le temblase el pulso, el hombre la observaba sin decir palabra lo que la ponía nerviosa, cuando por fin dijo ... separa las piernas , querida.
Ella obedeció instintivamente separando sus piernas y noto el aire frío que se colaba por debajo de su falda, enfriando su coño mojado.
El hombre sonrió, y ella sonrió a su vez.
Cuando salieron del bar, se dio cuenta que nada sabía de el así que se atrevió a preguntar su nombre, el le dijo que lo sabría cuando llegase el momento y le dijo que le siguiese.
Al fin llegaron a un aparcamiento subterráneo, mientras bajaban en el ascensor el hombre se acerco a ella, la hizo girar sobre sus talones poniéndola de espaldas a el.
Sara bajo la cabeza dejando su nuca al descubierto sintiendo el aliento del hombre pegado a su piel.
El hombre le pregunto si se encontraba bien, ella respondió que si, entonces el se acerco aun mas a ella , le pasó un brazo por la cintura y la atrajo hacía el. Cuando estaban pegados, doblo una rodilla y la metió entre las piernas de Sara, haciendo que las separase y comenzó a besarle el cuello. Sara se dejo hacer, notaba como su coño volvía a empaparse. El hombre subió la mano que la atrapaba y la introdujo por debajo de la blusa acariciando sus pechos, dibujando círculos en sus pezones erectos, pellizcándolos.
Aquella sensación hizo que Sara se separase unos centímetros del hombre , el cual retorciendo los pezones la volvió a atraer hacia el.
Sara se mantenía inmóvil, excitada ,con los ojos cerrados, cuando oyó el timbre del ascensor y asustada hizo un intento de separarse del hombre, el cual la dijo que siguiese con los ojos cerrados y la empujo a salir del ascensor, empezaron a andar sin saber donde la llevaba, sin sacar la mano de debajo de la blusa, sin abrir los ojos.
Ella noto como el hombre abría una puerta, y la empujaba a traspasarla. Una vez dentro de no sabia donde, la puerta se cerro tras de ellos. El hombre la volvió a atraer hacia el, Sara noto como la verga del hombre estaba hinchada, empezó a restregar su trasero contra el pantalón del hombre, el le pellizco de nuevo los pezones, mientras con la otra mano levantaba la falda de Sara y acariciaba su sexo.
Sara se sentía muy excitada, mientras el hombre la acariciaba, sentía que se le doblaban las rodillas, notaba la polla del hombre contra su trasero, deseaba que la pusiese a cuatro patas y la follase allí mismo. No podía evitar que los gemidos de placer escapasen de su garganta.
De repente el hombre soltó sus pechos y abandono el sexo de Sara la giro frente a el y la hizo lamer su mano, empapada de sus propios jugos, cogiendola de los hombros la empujo hacia abajo, haciendo que se arrodillase frente a el y alzándole la barbilla, le levanto la cabeza, haciendo que quedase pegada a su bragueta.
Sara levanto sus manos para bajar la cremallera del pantalón, pero no era eso lo que el quería así que la agarro del pelo y tiro de el hasta que Sara volvió a bajar las manos.
El hombre le ordeno que se acariciase, que así tendría las manos ocupadas, mientras el acercaba su cuerpo a la cara de Sara.
Sara restregaba su cara contra la bragueta del hombre, acariciando, queriendo lamer.
De repente el hombre se separo de ella y la dijo que dejase de tocarse, le pregunto su numero de móvil y le dijo que ya recibiría noticias de el y que ahora debía marcharse.
Sara quedó arrodillada en el suelo y abrió los ojos cuando se cerro la puerta tras los pasos del hombre. Se levanto y se fue a casa incrédula por lo que le había pasado y deseando volver a tener noticias de aquel hombre.

Pasaron varios días hasta que recibió la llamada de aquella voz que susurraba.

domingo, 13 de julio de 2008

Simbología 2

Hace unas horas, hablaba con mi amigo "Lieter" sobre el blog. Haciendo caso a su sugerencia, explico un poco la simbología BDSM.


TRISKEL

El Símbolo de BDSM no tiene un significado "obvio", porque se creó para ser enigmático. Al observador convencional, le puede parecer simplemente una joya. Así, nosotros lo podemos llevar libremente, y permite “reconocerse” a los miembros de la comunidad de BDSM entre sí, en nuestra vida diaria.
Para la persona enterada, sin embargo, el Símbolo está repleto de significado.
Las tres divisiones representan las tres variante de BDSM: B&D, D&S, y S&M.
En segundo lugar , el credo en la conducta de BDSM: Seguro, Sano y Consensuado.
En tercer lugar, las tres divisiones de nuestra comunidad, Dominantes, sumisos y Switches
Los tres "puntos" no son puntos sino hoyos, o huecos. El fondo de la página debe ser visible tras ellos. Es ese tercer simbolismo el que da significado a estos en cada una de las partes. El mundo de BDSM no es tan solo un juego, es un estilo de vida, un estilo de AMOr, los hoyos representan un estado incompleto del individuo dentro del contexto BDSM, los individuos de este mundo tienen un vacío en su interior que sólo puede ser llenado por otro individuo con las mismas creencias. BDSM no se puede practicar de forma individual.
La semejanza, aunque en este caso existe una variación de tres partes, con el símbolo del Yin Yang no es accidental. El diseño curvo del Yin y Yang representa la frontera nebulosa donde uno finaliza y el otro comienza, aquí las fronteras curvas representan las divisiones indistintas entre B&D, D&S, y S&M.
El borde y tres "radios" curvos deben representarse por algún color metálico (hierro, oro, plata, cobre, bronce, algo metálico).En los alfileres y colgantes originales este área tiene relieve.El metal y el color metálico del medallón representan las cadenas o los hierros de servidumbre de BDSM, la propiedad.
Los tres campos interiores son negros, representando el control del lado oscuro de la sexualidad de BDSM.
Los brazos curvan a la derecha. No hay ninguna razón para ello pero así fue pensado y diseñado; en sí mismas se pueden ver como una descripción estilizada de un latigazo, o incluso de un brazo en el movimiento de un azote erótico.
El círculo que lo rodea, representa la unidad de una comunidad que se protege a sí misma.

BANDERA


The Leather Pride Flag La “Bandera del orgullo del cuero” (“Leather Pride Flag”) fue presentada por Tony DeBlase como “una propuesta de idea de diseño” el 28 de Mayo de 1989 en el concurso Intenational Mr Leather.Fue inmediatamente adoptada como símbolo de la comunidad del Cuero (como se llamaba en ese momento a los aficionados a BDSM), fue desplegada en desfiles y reuniones, y ha estado en uso desde entonces. DeBlase se negó a explicar el simbolismo de la bandera, diciendo que cualquiera podría hacerlo por sí mismo.Una posible explicación es que el corazón simboliza el amor entre los participantes y el amor dentro de la comunidad, las bandas negras y azules representan cuero y denim (materiales preferidos por los amantes del BDSM), y la banda central blanca podría representar la pureza de la comunidadComo las organizaciones gay entraron en actividad mucho antes que las de amantes del BDSM, la figura de motociclistas vestidos en ropa de cuero o cowboys musculosos vestidos con blue jeans, que representaban homosexuales velludos, masculinos y dominantes (en oposición a los afeminados) fue heredada por las nuevas comunidades hetero o pansexuales de BDSM, de allí el cuero y el denim en la bandera. La bandera es un elemento visible, que se supone que se muestra con orgullo, exhibiendo al mundo nuestra clase de sexualidad. El Emblema, en cambio, se supone que es un mecanismo secreto de reconocimiento, que debería ser entendido sólo por los nuestros.Ha habido muchas modificaciones de la Bandera, la más común reemplazando el corazón por otro símbolo, generalmente también rojo.La Bandera no está registrada, y es del dominio público.
ANILLO DE O


Desde el estreno de la película, el anillo que aparece en el film viene siendo incorporado a la simbología BDSM, y muy especialmente en las relaciones D/s(de dominación - sumisión), donde el Master se lo impone a la sumisa o esclava en una ceremonia que suele revestir especial relevancia. Aunque no existen pruebas fehacientes de su uso con anterioridad, en la llamada época pionera en el desarrollo del moderno BDSM (Old Guard), ni tampoco en las fases de la que podríamos llamar protohistoria BDSM, todo hace pensar que existieron ese tipo de símbolos. Curiosamente, este no es el anillo descrito en la novela de Pauline Réage (pseudónimo de Dominique Aury), sino el que por decisión estética del director forma parte desde ese momento de la iconografía BDSM. El que la autora había descrito en su novela, es en realidad un anillo plano, sin argolla y con el símbolo del triskel, las tres alas célticas.

COLLAR


El Collar en el BDSM, de cuero o metal, simboliza la entrega. Pueden ser tremendamente sofisticados, estilizados o bastos y de castigo, destinados a su uso en sesiones íntimas o para llevar en público. Suelen llevar uno o más ganchos para completarlos con un tirante-guía, que el dominante maneja o usa para inmovilizar, y pueden estar adornados con abalorios, campanillas, cascabeles, púas o incluso aplicaciones de oro y plata. Su uso simbólico se da fundamentalmente en las relaciones D/s (dominación-sumisión, es decir, las que incorporan elementos de cesión de poder o EPE). Collar de sumisiónLa importancia del collar para la comunidad BDSM, y esencialmente para los practicantes de D/s, se puede medir en las declaraciones de una mujer sumisa, firmante como cinnamon^, que escribe lo siguiente:

El collar no es un elemento de juego, no es un accesorio que señala el estatus. Es un acuerdo serio, si así lo quieres, entre dos partes envueltas en amor y devoción la una para la otra: la/el sumis@ debe tomarse su tiempo, porque al colocarse un collar, entrega su corazón, su cuerpo, su mente, su alma, se entrega enteramente a otra persona. Al ofrecer un collar, un Master se compromete a cuidar, proteger y aceptar la sumisión entregada en todas sus formas, apreciando el regalo que recibe, sin abusar nunca de él. Un collar envuelve corazón y alma de ambos, Master y sumis@.

sábado, 12 de julio de 2008

Símbolos

Una pequeña muestra de simbología BDSM































































































viernes, 11 de julio de 2008

Oración de esclava

"Señor, que tus manos me cubran, me tapen...que sean para mi, túnica adorada, mi escudo ...Señor, que tus ojos me miren, me enciendan...que en la oscura ignorancia, sean faros en la nocheSeñor...que tu voz, me guié, me acomode...que sea su música, la que regale mi oído...Señor, que tu collar me marque, me posea...que sea su tacto, lo que mi alma busca...Señor, que tus cadenas me ciñan y me abracen...que ellas sean el limite de todo mi mundoSeñor, que tus ordenes me marquen el camino a seguir...que en ellas, yo encuentre estimulo a mi voluntad...Señor..haz de tu cuerpo, mi moradadonde la extensión de tu piel, sea prisión deseada....”


lunes, 7 de julio de 2008

Tú frente a tí


Tú frente a ti, desnuda ante el espejo que te refleja desnuda.
Despójate de los miedos y de las incertidumbres, de la triste nostalgia de las noches vacías de sueños,
de las lágrimas tibias y los fríos silencios.
El alma desnuda no tiene reflejos. Pero nunca te mires en el espejo sin antes haber desnudado el alma.
Arrodíllate, esclava de ti misma. Humíllate ante ti, dueña de tus deseos profundos, de los sueños desnudos de tu alma.
Vas a entregarte a tu dueña que te espera con los ojos clavados en los tuyos, con la boca entreabierta para recibir tus labios,
con los pechos henchidos para rozar tus senos, con la piel ardiente para abrasar la ofrenda de tu carne.
Enfréntate a ti misma, rebélate, domínate, bésate, deséate, sométete, castígate...
En el espejo, tú, vencida por tus manos que arrancan de tu sexo el placer consentido...
Cierra los ojos y grita...
Cuando los abras, desnuda ante el espejo, frente a ti verás la nítida imagen de mí mismo...
Dueño de tus deseos profundos, de los sueños desnudos de tu alma...

sábado, 5 de julio de 2008

La atadura

"Las sumisas son las guardianas
de las llaves de los oscuros
y húmedos sótanos donde las fantasías secretas de sus Amos
las elevan al rango de
divinidades. "




viernes, 4 de julio de 2008

La poesía esclava


Esclava soy de la pasión, esclava

yo misma mi destino decidí,

la vida siempre ha sido para mí

la quemadura ardiente de la lava.

Con mucha más pasión cuanto más brava,

una lucha, continuo frenesí

en esa llamarada siempre ardí,

de la gloria a la cruz donde me clava.

Porque la vida sin pasión no es vida,

que así sólo se vive, desde luego,

por cuanto la existencia no es vivida.

Por eso a todo con pasión me entrego

y exhausta de pasión, caigo rendida

y otra vez me levanta el mismo fuego.

miércoles, 2 de julio de 2008

Esclava



Yo seré por siempre... tu sombra de luna
dócil en tus manos y en tus besos
entre las rejas de tus ojos... presos
mis ojos están, sin fuerza alguna.
Yo seré por tí leona brava
al defender tu amor, porque es tan mío
como agua fatal de ardiente río
donde me baño yo por ser tu esclava.
Yo seré tu virtud y el pecado cobarde
donde se marchitan horas luminosas,
cuando sólo quedan lastimadas rosas
en el silencio opaco de la tarde.
Y así por siempre seré... ardiente lava
desafiante, enardecida y silenciosa
entre tus manos fuertes... misteriosa
serás tú mi Señor y yo... tu esclava.

martes, 1 de julio de 2008

Bondage



Con jirones de nube adormecida

e hilos de luna en luz de fría plata,

teje sobre mis ojos densa venda

y sumérgeme en sombra la mirada.

Quiero encerrarme al mundo, despetando

mis sentidos a ti, sobre mi espalda,

prisionera en muñecas y tobillos

de los cuatro puntales de la cama;

equis de piel vibrante, temblorosa,

de mente libre y voluntad de esclava.

Mi oscuridad amplía los sonidos,

viéndote mis oídos cuando avanzas,

y al detenerte, se me vuelven ciegos,

y tu inmovilidad me despedaza.

Este aire fresco eriza mis pezones,

y en ansiedad irreprimible aguardan;

parecen percibir tu cercanía,

mas no el tacto febril.

Qué te retarda?

Oh, el estremecimiento de los muslos

cuando tu mano en ellos se adelanta,

y yo sin responder a la caricia,

mientras imperceptiblemente avanzas.

El retozo gentil de tibios dedos,

que en los senos en cículo resbala,

cede el paso al zarpazo de la fiera,

de la entrañable fiera que avasalla.

Si apresurado, detenerte quiero;

si en lentitud, acelerar la marcha;

si en gentileza, brusquedad exijo;

si en arrebato, rogaré la calma.

Ciérnase sobre mí provocadora

el ave de rapiña que levanta

su rígida cabeza amenazante,

y penetre en el fondo de mi entraña.

No te puedo abrazar, fuérzame fiero,

sin escuchar gemidos ni demandas,

al galope, al galope, mi jinete,

mi jinete de intrépida jornada.

Intimo surtidor inaplazable,

tu estertor inequícoco presagia

blanca erupción.

Vendrá en mi subterráneo,

irrigará mi superficie pálida,

o inyectará su extracto intermitente

en la concavidad de la garganta?

Oh, que abandono en mí, que insuficiencia;

cuénta anticipación se me derrama,

sin libertad de acción; quiero y no puedo,

tensas las ligaduras que me amarran,

tensa la piel, manos y pies crispados,

y mi lascivia un tren a toda marcha.

A bordo, compañero, amante, a bordo,

ignorando estaciones y paradas,

nocturna travesía al infinito,

anégate y anúdate a mi alma.