Tú sabes que estoy aquí a la altura de tu boca,
a lo largo y a lo ancho de tu nervatura.
Aguzada a tu rumbo, y que siempre estando,
anticipándome a tu búsqueda.
Liberada y sujeta cosa tuya.
Tú sabes, has medido la distancia,
que podrías tocarme con tu idea,
y empapar mi ternura con tu lágrima.
Que resuenas en el ámbito líquido del golpe,
y que lates conmigo gota a gota.
Que te extiendes mas allá del contorno de mi vida,
contenida en el tiempo de tu órbita.
Tú sabes que me guardas
limitado mi mar a tus orillas,
evidencia que bebes y que mojas
y que tiembla en mi espuma tu caricia.
Tú sabes todo.
Razonas mi emoción como un teorema.
Yo fluyo solamente, sin ideas,
estoy aquí a la altura de tu boca,
a lo largo y a lo ancho de tu nervadura,
siendo, nada más que siendo, TUYA.
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