La soledad de mi alma cae como una pesada losa, aplasta mi pecho, se hunde en mi corazón.
Te siento cerca, pero no te veo, no te huelo, no te toco. Será mi imaginación otra vez?
He soñado tantas veces contigo, figura sin rostro. Te pienso todos los días , pienso en tu severidad, en tu exigencia, en tu mano firme, también pienso en tu sonrisa llena de orgullo y en tu mirada a veces dulce, a veces siniestra...
Y me veo postrada a tus pies, con la voluntad de servirte, de adorarte, de complacerte, de ser tuya....
Pero vuelvo a mi realidad y sigo enjaulada,tengo mis alas rotas por la frustración que me produce no encontrarte. ¿Dónde estás dueño de mi pensamiento y voluntad?
Necesito que rompas los barrotes de esta jaula , que me liberes de mi y me llenes de tí.
Sólo quiero sentir que vuelo, cada vez que me permitas estar a tus pies.
Enjaulada
